Al comienzo de cada decena:
María, Madre de la gracia y Madre de la Misericordia, protégenos de los enemigos y acógenos en la hora de la muerte.
En cada cuenta de la decena:
María, Madre de la Misericordia, alcánzanos la misericordia de tu Hijo.
Gloria
María, Madre de la Misericordia, alcánzanos la misericordia de tu Hijo.
Gloria
María, Madre de la Misericordia, alcánzanos la misericordia de tu Hijo.
Gloria
Oración final
Madre misericordiosísima, nos abres tus brazos y tiendes las manos llenas de toda clase de gracias y dones. Tu corazón de madre desea colmarnos de todo lo que necesitamos. Animados por tu bondad, nos dirigimos a ti con confianza. onsíguenos, oh Madre, todo lo que necesitamos y, ante todo, haz con tu poderosa intercesión que guardemos la pureza y la inocencia, que cuidemos con fidelidad y perseverancia el amor de niños hacia ti y que llevemos en nuestros corazones la imagen del Corazón de tu Hijo. Que este Corazón nos proteja, guíe y lleve a la luz eterna. Amén
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