martes, 29 de enero de 2019

CORONILLAS DIARIAS

Trata de incluir cualquiera de estas tres formas en tu oración diaria.

1. La Coronilla de la Divina Misericordia

Oración inicial: Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó para las almas y el mar de misericordia se abrió para el mundo entero. Oh fuente de vida, insondable Misericordia Divina, abarca al mundo entero y derrámate sobre nosotros. Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío.

Comienza la Coronilla rezando un Padre Nuestro, un Ave María y el Credo.
Luego, al comenzar cada misterio (cuentas grandes) debes decir:
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.

En cada cuenta pequeña (decenas) debes decir:

Por su dolorosa Pasión ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

Oración final: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero (Se reza 3 veces).

Oración : Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia Mismos.

«Oh qué enorme caudal de Gracias derramaré sobre las almas que recen esta Coronilla. Anota estas palabras, hija mía, habla al mundo de mi Misericordia. Que toda la humanidad conozca mi insondable Misericordia» (Palabras de Jesús a Santa Faustina. Diario 848, p.338).

2. La Coronilla del Santísimo Sacramento

Oración inicial: Comienza rezando un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria por las intenciones del Santo Padre.

Haz esta oración al comenzar cada misterio (cuentas grandes): Señor Jesús, te ofrezco mi pesar por los muchos sacrilegios cometidos contra Ti y por la indiferencia que se te muestra en el Santísimo Sacramento del Altar. Luego, en cada cuenta pequeña (decenas) debes decir: Jesús, yo te adoro en el Santísimo Sacramento.

Oración final: Santa María Madre de Dios, te ruego que lleves esta oración a tu Hijo Jesús y consuelo a Su Sagrado Corazón. Te pido el favor de agradecer Su presencia divina en el Santísimo Sacramento. Él nos ha tratado con misericordia y amor al quedarse con nosotros. Mi vida será para Él una oración de acción de gracias. Jesús, en Ti confío. Amén.

3. La Coronilla de santa Gertrudis

Oración inicial: Comienza haciendo la señal de la cruz y rezando el Credo. Luego, reza un Padre Nuestro, tres Ave Marías y un Gloria.

Teniendo la medalla del rosario como punto de inicio, reza un Padre Nuestro entre cada misterio (cuentas grandes).

En cada cuenta pequeña (decenas) haz esta oración: Padre Eterno, yo te ofrezco la Preciosísima Sangre de Tu Divino Hijo Jesús, en unión con las misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas ánimas del purgatorio. Por todos los pecadores del mundo, por los pecadores en la Iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia. Amén.

Al final de cada misterio haz la siguiente oración: Sagrado Corazón de Jesús, abre el corazón y la mente de los pecadores a la verdad y la luz de Dios, el Padre. Inmaculado Corazón de María, ruega por la conversión de los pecadores y del mundo entero. También se debe hacer la oración del Gloria.

El Señor le dijo a Santa Gertrudis que cada vez que se rece esta Coronilla, 1.000 almas serán libradas del purgatorio.

Son muchas las promesas maravillosas hechas a quienes recen cualquiera de estas tres coronillas. Llegó el momento de desempolvar tu rosario, buscar un lugar tranquilo y comenzar a rezar de tal manera, que puedas crecer profundamente en tu fe.

(Nota: Muchos han cuestionado el hecho de que si es apropiado usar el rosario como un collar o no. Aunque pareciera que no existe declaración oficial alguna al respecto por parte de la Iglesia. Nos podría ayudar leer el canon 1171 del Código de derecho canónico que señala: «Se han de tratar con reverencia las cosas sagradas destinadas al culto mediante dedicación o bendición, y no deben emplearse para un uso profano o impropio, aunque pertenezcan a particulares». De acuerdo a esta afirmación, podemos inferir que el simple uso del rosario como una tendencia o como un accesorio, no corresponde. Por el contrario, si usaras el rosario como una estrategia para dar a conocer tu fe o como un recordatorio para rezar, todo esto con la clara intención de glorificar a Dios por medio de María, entonces, ahí es válido)

Coronilla en honor de los 12 privilegios de la santísima Virgen María, compuesta por san Andrés Avelino (1521-1608)

℣ En el nombre del Padre, y del Espíritu Santo.
℟ Amén.

I. Privilegios:
1. Su eterna predestinación para ser Madre de Dios;
2. su concepción sin pecado original;
3. su total sumisión a la voluntad de Dios; y
4. su perfecta santidad sin sombra de pecado venial.

℣ Os saludamos, oh purísima y santísima Madre de Jesús, por vuestra predestinación eterna para ser Madre de Dios; por vuestra Inmaculada Concepción que os preservó de la mancha del pecado original; por vuestra entera y perpetua sumisión a la voluntad de Dios y por vuestra santidad perfectísima que no fue empañada por la más mínima falta en toda vuestra vida. 

Os suplicamos que seáis nuestra Abogada delante del Señor, a fin de que nos perdone los muchos pecados con que le hemos irritado. 
Y vos, Padre omnipotente, en atención a estos privilegios, escuchad los ruegos de vuestra Hija amadísima, y a nosotros, sus protegidos, perdonadnos misericordiosamente.

℟ Perdonad, Señor, perdonad a vuestro pueblo.

Se reza un Padrenuestro, 4 avemarías, un Gloria al Padre.

II. Privilegios:
5. Su santísima Anunciación;
6. su parto santísimo;
7. su perpetua virginidad; y
8. estar junto a la Cruz de su Hijo.

℣ Os saludamos, oh purísima y santísima Madre de Jesús, por vuestra santísima Anunciación cuando concebisteis al Divino Verbo en vuestras purísimas entrañas; por haber dado a luz al Divino Niño sin ningún dolor; por vuestra perpetua virginidad, que unisteis a la fecundidad de madre, y por vuestro acerbo martirio en la muerte del Redentor.

Os suplicamos que seáis nuestra Medianera para aprovechemos los frutos de la preciosa Sangre de vuestro Hijo. 
Y vos, Unigénito del Padre, en atención a estos privilegios, escuchad los ruegos de vuestra amadísima Madre, y a nosotros, sus protegidos, perdonadnos misericordiosamente.

℟ Perdonad, Señor, perdonad a vuestro pueblo.
Se reza un Padrenuestro, 4 avemarías, un Gloria al Padre.

III. Privilegios:
9. Ver a Jesús resucitado;
10. ser llevada en alma y cuerpo al cielo;
11. ser Reina de todos los santos; y
12. su poderosa intercesión ante el Señor que le permite alcanzar cuanto desea.

℣ Os saludamos, oh purísimo y santísimo templo del Espíritu Santo, por el gozo que experimentó vuestro corazón en la resurrección y ascensión de Jesucristo; por vuestra Asunción en cuerpo y alma a los cielos por encima de todos los coros angélicos y por aquel poderosísimo valimiento ante Dios que os permite alcanzar cuanto deseáis.

Os suplicamos que nos obtengáis progresar en el amor hasta alcanzar la caridad perfecta para con Dios y el prójimo. 
Y vos, Espíritu del Padre y del Hijo, en atención a estos privilegios, escuchad los ruegos de vuestra amadísima Esposa, y a nosotros, sus protegidos, perdonadnos misericordiosamente.

℟ Perdonad, Señor, perdonad a vuestro pueblo.

Se reza un Padrenuestro, 4 avemarías, un Gloria al Padre.

℣ Sea por siempre bendito y alabado el santísimo Sacramento del altar y la purísima e Inmaculada Concepción de María, a quienes, por medio de san Cayetano, ofrezco el corazón y el alma mía.
℟ Amén.


B- Coronilla a María, Madre de Misericordia



Se comienza diciendo:

"Dios te Salve Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros, esos tus ojos misericordiosos. Y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, OH piadosa, OH dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén. "

Al comienzo de cada decena ( Lo que sería en el Santo Rosario el Padre Nuestro) :

María, Madre de la gracia y madre de la Misericordia,

En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora

En cada cuenta de la decena ( Lo que sería en el Santo Rosario el avemaria 10 veces) :

" María, Madre de la Misericordia, alcánzanos la misericorida de tu hijo."

Al final:
Madre misericordiosa, nos abres tus brazos y tiendes las manos llenas de toda clase de gracias y dones. Tu corazón de Madre desea colmarnos de todo lo que necesitamos. Animados por tu bondad, nos dirigimos a ti con confianza. Consíguenos, Oh Madre, cuanto nos falte y , ante todo, haz con tu poderosa intercesión, que guardemos la puereza y la inocencia, que cuidemos con fidelidad y perseveraciona un amor de niños hacia ti y que llevemos en nuestros corazones la imagen del Corazón de tu Hijo. Que est Corazón nos proteja, guié y lleve a la luz eterna. Amén.

Coronilla de la Madre de la Misericordia Divina

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Coronilla de la Madre de la Misericordia Divina


(compuesta por tres decenas)


Al comienzo:

Dios te salve Reina, Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Sea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

PRIMERA DECENA
Cuenta grande
María, Madre de la gracia y Madre de la Misericordia, protégenos de los enemigos y acógenos en la hora de la muerte.

En cada cuenta de la decena:
María, Madre de la Misericordia, alcánzanos la misericordia de tu Hijo.

Al final:
Madre misericordiosísima, nos abres tus brazos y tiendes las manos llenas de toda clase de gracias y dones. Tu corazón de madre desea colmarnos de todo lo que necesitamos. Animados por tu bondad, nos dirigimos a ti con confianza. onsíguenos, oh Madre, todo lo que necesitamos y, ante todo, haz con tu poderosa intercesión que guardemos la pureza y la inocencia, que cuidemos con fidelidad y perseverancia el amor de niños hacia ti y que llevemos en nuestros corazones la imagen del Corazón de tu Hijo. Que este Corazón nos proteja, guíe y lleve a la luz eterna. Amén.