lunes, 20 de mayo de 2019

PARA REZAR A LAS 3:00 DE LA TARDE






















ORACIÓN DE LAS 3:00 DE LA TARDE

El Salvador ordenó a Sor María Faustina que escribiera, y la rezara con frecuencia, esta pequeña jaculatoria:


"Oh Sangre y Agua, que brotasteis del Sagrado Corazón de Jesús como una Fuente de Misericordia para nosotros, yo confío en vos".





ACTO DE CONSAGRACIÓN A JESÚS MISERICORDIOSO


La Santa Faz de Jesús
El Rostro infunde paz y adoración e invita a la conversión.
Aquel que lo vea no deseará pecar; aquel...


¡Oh, Jesús Misericordioso!. Tu Bondad es infinita y
los tesoros de Tu Gracia son inagotables. Me abandono a Tu Misericordia que sobrepuja todas Tus obras. Me consagro enteramente a Ti para vivir bajo los rayos de Tu Gracia y de Tu amor que brotaron de Tu Corazón traspasado en la Cruz. 

Quiero dar a conocer Tu Misericordia, por medio de las obras de misericordia corporales y espirituales, especialmente con los pecadores, consolando y asistiendo a los pobres afligidos y enfermos. Más, Tú me protegerás como cosa tuya, pues todo lo temo de mi debilidad y todo lo espero de Tu Misericordia. 

Que toda la humanidad comprenda el abismo insondable de Tu Misericordia, a fin de que poniendo toda su esperanza en ella pueda ensalzarla por toda la Eternidad. 

Amén.

ORACIÓN A LA MADRE DE DIOS DE OSTRA BRAMA MADRE DE LA MISERICORDIA Del diario de Santa Faustina Maria Kowalska.






“Oh María, mi Madre y mi Señora, te ofrezco mi alma, mi cuerpo, mi vida y mi muerte, y todo lo que la seguirá. Pongo todo en tus manos. Oh madre mía, cubre mi alma con tu manto virginal y concédeme la gracia de la pureza de corazón, alma y cuerpo. Defiéndeme con tu poder contra todos los enemigos, y especialmente contra aquellos que esconden su maldad detrás de la máscara de la virtud (79). Fortifica mi alma para que el dolor no la rompa. Madre de la gracia, enséñame a vivir por el poder de Dios (315). "" Oh María, una espada terrible ha traspasado tu alma sagrada. A excepción de Dios, nadie sabe de tu sufrimiento. Tu alma no se rompe; Es valiente, porque está con Jesús. Dulce Madre, une mi alma a Jesús, porque es solo entonces que podré soportar todas las pruebas y tribulaciones, y solo en unión con Jesús, mis pequeños sacrificios serán agradables a Dios. Dulce Madre, continúa enseñándome sobre la vida interior. Que la espada del sufrimiento nunca me rompa. Oh Virgen pura, vierte coraje en mi corazón y guárdalo (915) ".
FUENTES:

Iglesia Católica Romana de Santa María de Ostrabrama

viernes, 19 de abril de 2019

Letanías de la Divina Misericordia

Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros. 
Señor, ten piedad de nosotros.

Jesucristo, óyenos: Jesucristo escúchanos.
Dios Padre Celestial, ten piedad de nosotros. 
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten piedad de nosotros. 
Santísima Trinidad, que sois Un solo y verdadero Dios, ten piedad 
De nosotros.

* En Tí Confío

1.- Jesús, Rey de Misericordia, que has redimido el mundo.*
2.- Jesús, Rey de Misericordia, por quien todas las cosas fueron creadas.*
3.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos has santificado.*
4.-Jesús, Rey de Misericordia, que nos revelasteis el misterio de La Santísima Trinidad.*
5.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos manifestasteis la Omnipotencia de Dios.*
6.- Jesús, Rey de Misericordia, que te manifiestas en la creación de los espíritus celestiales.*
7.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos formasteis de la nada.*
8.- Jesús, Rey de Misericordia, que abrazas todo el universo.*
9.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos das la vida eterna.*
10.-. Jesús, Rey de Misericordia, que nos proteges del castigo merecido.*
11.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos libras de la miseria del pecado.*
12.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos concedes la justificación en el verbo encarnado.*
13.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos concedes misericordia por Tus Santas llagas.*
14.- Jesús, Rey de Misericordia, que brota de Tu Santísimo Corazón.* 
15.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos distes a la Santísima Virgen como Madre de Misericordia.*
16.- Jesús, Rey de Misericordia, por la cual has sufrido Tu encarnación, Pasión y Muerte.*
17.- Jesús, Rey de Misericordia, por medio de la cual ayudas a todos, en todas partes y siempre.*
18.- Jesús, Rey de Misericordia, por la cual nos has prevenido con Tus Gracias.*
19.- Jesús, Rey de Misericordia, la que nos has manifestado revelándonos los Misterios Divinos.*
20.- Jesús, Rey de Misericordia, la que manifestastes instituyendo Tu Santa Iglesia.*
21.- Jesús, Rey de Misericordia, que habiendo instituido los Santos Sacramentos, nos abristes los torrentes de Tus Gracias.*
22.- Jesús, Rey de Misericordia, por la que nos has obsequiado con los Santos Sacramentos del Bautismo y de la Penitencia.*
23.- Jesús, Rey de Misericordia, por la que nos has obsequiado con la Santísima Eucaristía y el Sacerdocio.*
24.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos has llamado a Nuestra Santa Fe.*
25.- Jesús, Rey de Misericordia, que la manifiestas por la conversión de los pecadores.*
26. Jesús, Rey de Misericordia, que la manifiestas iluminando a los fieles.*
27.- Jesús, Rey de Misericordia, que la revelas por la santificación de los justos.*
28.- Jesús, Rey de Misericordia, que llevas a los santos a la cumbre de la santidad.*
29.- Jesús, Rey de Misericordia, la que brota de Tus Santas llagas.*
30.- Jesús, Rey de Misericordia, la que brota de Tu Santísimo Corazón.*
31.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres consuelo de los enfermos y afligidos.*
32.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres el único consuelo de los corazones afligidos.*
33.- Jesús, Rey de Misericordia, que das esperanzas a las almas que se hallan en desesperación.*
34.- Jesús, Rey de Misericordia, que acompañas a todos los hombres siempre y en todas partes.*
35.- Jesús, Rey de Misericordia, que nos colmas con el torrente de Tus Gracias.*
36.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres el refugio de los moribundos.*
37.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres el consuelo de las almas del purgatorio.*
38.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres la Corona de todos los Santos.*
39.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres el gozo celestial de los que se salvan.*
40.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres la fuente inagotable de los milagros.*
41.- Jesús, Rey de Misericordia, que eres la salvación del mundo entero.*

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Perdónanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Escúchanos Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, Ten piedad de nosotros.

Las Misericordias de Dios, son más grandes que todas sus obras.
Por eso cantaré las Misericordias de Dios para siempre.

LA CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA


 (para rezarla con las cuentas del rosario)





En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo . Amén



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十Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.


十Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita Tú十 eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.



十Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, La Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.



Al comienzo de cada decena

 (1 vez):


十Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.



En cada cuenta de la decena (10 veces):



十Por Su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.



Al terminar (3 veces):

十Santo Dios, Santo Fuerte,  Santo Inmortal, ten piedad de  nosotros y del mundo entero.


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NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA



Si esta novena se reza antes de la Fiesta de la Divina Misericordia, hay que añadir a los rezos de cada día la Coronilla a la Divina Misericordia, pues es Jesús mismo quien desea que ser la novena con la Coronilla, como preparación para esta fiesta. Sobre esta novena (Coronilla) el Señor dijo a santa Faustina: Durante este novenario concederé a las almas toda clase de gracias (Diario, 796). Si rezamos con confianza la novena que Jesús pidió a Sor Faustina (que publicamos a continuación), podremos alcanzar, en virtud de la confianza que tenemos, gracias, puesto que hay una promesa concreta vinculada al rezo de la novena.

Deseo – dijo Jesús a sor Faustina – que durante esos nueve días lleves a las almas a la Fuente de mi Misericordia para que saquen fuerzas, alivio y toda gracia que necesiten para afrontar las dificultades de la vida y especialmente en la hora de la muerte. Cada día traerás a mi Corazón a un grupo diferente de almas y las sumergirás en este mar de mi misericordia. Y a todas estas almas Yo las introduciré en la casa de mi Padre. (…) Cada día pedirás a mi Padre las gracias para estas almas por mi amarga Pasión.

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Primer día

Hoy, tráeme a toda la humanidad y especialmente a todos los pecadores, y sumérgelos en el mar de mi misericordia. De esta forma me consolarás de la amarga tristeza en que me sumerge la pérdida de las almas.



Jesús tan misericordioso, cuya naturaleza es la de tener compasión de nosotros y de perdonarnos, no mires nuestros pecados, sino la confianza que depositamos en tu bondad infinita. Acógenos en la morada de tu muy compasivo Corazón y nunca nos dejes salir de Él. Te lo suplicamos por tu amor que te une al Padre y al Espíritu Santo.




Padre eterno, mira con misericordia a toda la humanidad y especialmente a los pobres pecadores que están encerrados en el Corazón de Jesús lleno de compasión, y por su dolorosa Pasión muéstranos tu misericordia para que alabemos su omnipotencia por los siglos de los siglos. Amén.





Segundo día




Hoy, tráeme a las almas de los sacerdotes y las almas de los religiosos, y sumérgelas en mi misericordia insondable. Fueron ellas las que me dieron fortaleza para soportar mi amarga Pasión. A través de ellas, como a través de canales, mi misericordia fluye hacia la humanidad.




Jesús misericordiosísimo, de quien procede todo bien, aumenta tu gracia en nosotros para que realicemos dignas obras de misericordia, de manera que todos aquellos que nos vean, glorifiquen al Padre de misericordia que está en el cielo.




Padre eterno, mira con misericordia al grupo elegido de tu viña, a las almas de los sacerdotes y a las almas de los religiosos; otórgales el poder de tu bendición. Por el amor del Corazón de tu Hijo, en el cual están encerradas, concédeles el poder de tu luz para que puedan guiar a otros en el camino de la salvación, y a una sola voz canten alabanzas de tu misericordia sin límite por los siglos de los siglos. Amén.




Tercer día




Hoy, tráeme a todas las almas devotas y fieles, y sumérgelas en el mar de mi misericordia. Estas almas me consolaron a lo largo del Vía Crucis. Fueron una gota de consuelo en medio de un mar de amargura.




Jesús infinitamente compasivo, que desde el tesoro de tu misericordia les concedes a todos tus gracias en gran abundancia, acógenos en la morada de tu clementísimo Corazón y nunca nos dejes escapar de Él. Te lo suplicamos por el inconcebible amor tuyo con que tu Corazón arde por el Padre celestial.




Padre eterno, mira con misericordia a las almas fieles como herencia de tu Hijo y por su dolorosa Pasión, concédeles tu bendición y rodéalas con tu protección constante para que no pierdan el amor y el tesoro de la santa fe, sino que con toda la legión de los ángeles y los santos, glorifiquen tu infinita misericordia por los siglos de los siglos. Amén.




Cuarto día

Hoy, tráeme a los paganos y aquellos que todavía no me conocen. También pensaba en ellos durante mi amarga Pasión y su futuro celo consoló mi Corazón. Sumérgelos en el mar de mi misericordia.
Jesús compasivísimo, que eres la luz del mundo entero. Acoge en la morada de tu piadosísimo Corazón a las almas de los paganos que todavía no te conocen. Que los rayos de tu gracia las iluminen para que también ellas unidas a nosotros, ensalcen tu misericordia admirable y no las dejes salir de la morada de tu compasivísimo Corazón.



Padre eterno, mira con misericordia a las almas de los paganos y de los que todavía no te conocen, pero que están encerrados en el muy compasivo Corazón de Jesús. Atráelas hacia la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellas ensalcen la generosidad de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.




Quinto día




Hoy, tráeme a las almas de los hermanos separados, y sumérgelas en el mar de mi misericordia. Durante mi amarga Pasión, desgarraron mi cuerpo y mi Corazón, es decir, mi Iglesia. Según regresan a la Iglesia, mis llagas cicatrizan y de este modo alivian mi Pasión.




Jesús sumamente misericordioso, que eres la bondad misma, Tú no niegas la luz a quienes te la piden. Acoge en la morada de tu muy compasivo Corazón a las almas de los hermanos separados y llévalas con tu luz a la unidad con la Iglesia; no las dejes alejarse de la morada de tu compasivísimo Corazón, sino haz que también ellas glorifiquen la generosidad de tu misericordia.




Padre eterno, mira con misericordia a las almas de los hermanos separados que han malgastado tus beneficios y han abusado de tus gracias por persistir obstinadamente en sus errores. No mires sus errores, sino el amor de tu Hijo y su amarga Pasión que sufrió por ellos ya que también ellos están acogidos en el sumamente compasivo Corazón de Jesús. Haz que también ellos glorifiquen tu gran misericordia por los siglos de los siglos. Amén.




Sexto día




Hoy, tráeme a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños, y sumérgelas en mi misericordia. Éstas son las almas más semejantes a mi Corazón. Ellas me fortalecieron durante mi amarga agonía. Las veía como ángeles terrestres que velarían al pie de mis altares. Sobre ellas derramo torrentes enteros de gracias. Solamente el alma humilde es capaz de recibir mi gracia; concedo mi confianza a las almas humildes.

Jesús, tan misericordioso, Tú mismo has dicho: “Aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón”. Acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños. Estas almas llevan a todo el cielo al éxtasis y son las preferidas del Padre celestial. Son un ramillete perfumado ante el trono de Dios, de cuyo perfume se deleita Dios mismo. Estas almas tienen una morada permanente en tu compasivísimo Corazón y cantan sin cesar un himno de amor y misericordia por la eternidad.
Padre eterno, mira con misericordia a las almas mansas y humildes y a las almas de los niños pequeños que están encerradas en el muy compasivo Corazón de Jesús. Estas almas son las más semejantes a tu Hijo. Su fragancia asciende desde la tierra y alcanza tu trono. Padre de misericordia y de toda bondad, te suplico por el amor que tienes por estas almas y el gozo que te proporcionan, bendice al mundo entero para que todas las almas canten juntas las alabanzas de tu misericordia por los siglos de los siglos. Amén.


Séptimo día
Hoy, tráeme a las almas que veneran y glorifican mi misericordia de modo especial y sumérgelas en mi misericordia. Estas almas son las que más lamentaron mi Pasión y penetraron más profundamente en mi espíritu. Ellas son un reflejo viviente de mi Corazón compasivo. Estas almas resplandecerán con un resplandor especial en la vida futura. Ninguna de ellas irá al fuego del infierno. Defenderé de modo especial a cada una en la hora de la muerte.
Jesús misericordiosísimo, cuyo Corazón es el amor mismo, acoge en la morada de tu compasivísimo Corazón a las almas que veneran y ensalzan de modo particular la grandeza de tu misericordia. Estas almas son fuertes con el poder de Dios mismo. En medio de toda clase de aflicciones y adversidades siguen adelante confiadas en tu misericordia, y unidas a ti, cargan sobre sus hombros a toda la humanidad. Estas almas no serán juzgadas severamente, sino que tu misericordia las protegerá en la hora de la muerte.
Padre eterno, mira con misericordia a aquellas almas que glorifican y veneran tu mayor atributo, es decir, tu misericordia insondable y que están encerradas en el compasivísimo Corazón de Jesús. Estas almas son un Evangelio viviente, sus manos están llenas de obras de misericordia y sus corazones, desbordantes de gozo, te cantan, oh Altísimo, un cántico de misericordia. Te suplico, oh Dios, muéstrales tu misericordia según la esperanza y la confianza que han puesto en ti. Que se cumpla en ellas la promesa de Jesús quien les dijo: A las almas que veneren esta infinita misericordia mía, Yo mismo las defenderé como mi gloria durante sus vidas y especialmente en la hora de la muerte.



Octavo día

Hoy, tráeme a las almas que están en la cárcel del purgatorio y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Que los torrentes de mi sangre refresquen el ardor del purgatorio. Todas estas almas son muy amadas por mí. Ellas cumplen con el justo castigo que se debe a mi justicia. Está en tu poder llevarles alivio. Haz uso de todas las indulgencias del tesoro de mi Iglesia y ofrécelas en su nombre… Oh, si conocieras los tormentos que ellas sufren ofrecerías continuamente por ellas las limosnas del espíritu y saldarías las deudas que tienen con mi justicia.



Jesús misericordiosísimo. Tú mismo has dicho que deseas la misericordia; heme aquí que llevo a la morada de tu muy compasivo Corazón a las almas del purgatorio, almas que te son muy queridas, pero que deben pagar su culpa adeudada a tu justicia. Que los torrentes de Sangre y Agua que brotaron de tu Corazón, apaguen el fuego del purgatorio para que también allí sea glorificado el poder de tu misericordia.




Padre eterno, mira con misericordia a las almas que sufren en el purgatorio y que están encerradas en el muy compasivo Corazón de Jesús. Te suplico por la dolorosa Pasión de Jesús, tu Hijo, y por toda la amargura con la cual su sacratísima alma fue inundada, muestra tu misericordia a las almas que están bajo tu justo escrutinio. No las mires sino a través de las heridas de Jesús, tu amadísimo Hijo, ya que creemos que tu bondad y tu compasión no tienen límites. Amén.




Noveno día

Hoy, tráeme a las almas tibias y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Estas almas son las que más dolorosamente hieren mi Corazón. A causa de las almas tibias, mi alma experimentó la más intensa repugnancia en el Huerto de los Olivos. A causa de ellas dije: Padre, aleja de mí este cáliz, si es tu voluntad. Para ellas, la última tabla de salvación consiste en recurrir a mi misericordia.
Jesús piadosísimo, que eres la compasión misma, te traigo a las almas tibias a la morada de tu piadosísimo Corazón. Que estas almas heladas que se parecen a cadáveres y te llenan de gran repugnancia se calienten con el fuego de tu amor puro. Oh Jesús tan compasivo, ejercita la omnipotencia de tu misericordia y atráelas al mismo ardor de tu amor y concédeles el amor santo, porque Tú lo puedes todo
Padre eterno, mira con misericordia a las almas tibias que, sin embargo, están acogidas en el piadosísimo Corazón de Jesús. Padre de la misericordia, te suplico por la amarga Pasión de tu Hijo y por su agonía de tres horas en la cruz, permite que también ellas glorifiquen el abismo de tu misericordia (1209-1229).

martes, 29 de enero de 2019

CORONILLAS DIARIAS

Trata de incluir cualquiera de estas tres formas en tu oración diaria.

1. La Coronilla de la Divina Misericordia

Oración inicial: Expiraste, Jesús, pero la fuente de vida brotó para las almas y el mar de misericordia se abrió para el mundo entero. Oh fuente de vida, insondable Misericordia Divina, abarca al mundo entero y derrámate sobre nosotros. Oh Sangre y Agua que brotaste del Corazón de Jesús, como una fuente de Misericordia para nosotros, en Ti confío.

Comienza la Coronilla rezando un Padre Nuestro, un Ave María y el Credo.
Luego, al comenzar cada misterio (cuentas grandes) debes decir:
Padre Eterno, te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, como propiciación de nuestros pecados y los del mundo entero.

En cada cuenta pequeña (decenas) debes decir:

Por su dolorosa Pasión ten misericordia de nosotros y del mundo entero.

Oración final: Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero (Se reza 3 veces).

Oración : Oh Dios Eterno, en quien la misericordia es infinita y el tesoro de compasión inagotable, vuelve a nosotros Tu mirada bondadosa y aumenta Tu misericordia en nosotros, para que en momentos difíciles no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que, con gran confianza, nos sometamos a Tu santa voluntad, que es el Amor y la Misericordia Mismos.

«Oh qué enorme caudal de Gracias derramaré sobre las almas que recen esta Coronilla. Anota estas palabras, hija mía, habla al mundo de mi Misericordia. Que toda la humanidad conozca mi insondable Misericordia» (Palabras de Jesús a Santa Faustina. Diario 848, p.338).

2. La Coronilla del Santísimo Sacramento

Oración inicial: Comienza rezando un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria por las intenciones del Santo Padre.

Haz esta oración al comenzar cada misterio (cuentas grandes): Señor Jesús, te ofrezco mi pesar por los muchos sacrilegios cometidos contra Ti y por la indiferencia que se te muestra en el Santísimo Sacramento del Altar. Luego, en cada cuenta pequeña (decenas) debes decir: Jesús, yo te adoro en el Santísimo Sacramento.

Oración final: Santa María Madre de Dios, te ruego que lleves esta oración a tu Hijo Jesús y consuelo a Su Sagrado Corazón. Te pido el favor de agradecer Su presencia divina en el Santísimo Sacramento. Él nos ha tratado con misericordia y amor al quedarse con nosotros. Mi vida será para Él una oración de acción de gracias. Jesús, en Ti confío. Amén.

3. La Coronilla de santa Gertrudis

Oración inicial: Comienza haciendo la señal de la cruz y rezando el Credo. Luego, reza un Padre Nuestro, tres Ave Marías y un Gloria.

Teniendo la medalla del rosario como punto de inicio, reza un Padre Nuestro entre cada misterio (cuentas grandes).

En cada cuenta pequeña (decenas) haz esta oración: Padre Eterno, yo te ofrezco la Preciosísima Sangre de Tu Divino Hijo Jesús, en unión con las misas celebradas hoy día a través del mundo por todas las benditas ánimas del purgatorio. Por todos los pecadores del mundo, por los pecadores en la Iglesia universal, por aquellos en propia casa y dentro de mi familia. Amén.

Al final de cada misterio haz la siguiente oración: Sagrado Corazón de Jesús, abre el corazón y la mente de los pecadores a la verdad y la luz de Dios, el Padre. Inmaculado Corazón de María, ruega por la conversión de los pecadores y del mundo entero. También se debe hacer la oración del Gloria.

El Señor le dijo a Santa Gertrudis que cada vez que se rece esta Coronilla, 1.000 almas serán libradas del purgatorio.

Son muchas las promesas maravillosas hechas a quienes recen cualquiera de estas tres coronillas. Llegó el momento de desempolvar tu rosario, buscar un lugar tranquilo y comenzar a rezar de tal manera, que puedas crecer profundamente en tu fe.

(Nota: Muchos han cuestionado el hecho de que si es apropiado usar el rosario como un collar o no. Aunque pareciera que no existe declaración oficial alguna al respecto por parte de la Iglesia. Nos podría ayudar leer el canon 1171 del Código de derecho canónico que señala: «Se han de tratar con reverencia las cosas sagradas destinadas al culto mediante dedicación o bendición, y no deben emplearse para un uso profano o impropio, aunque pertenezcan a particulares». De acuerdo a esta afirmación, podemos inferir que el simple uso del rosario como una tendencia o como un accesorio, no corresponde. Por el contrario, si usaras el rosario como una estrategia para dar a conocer tu fe o como un recordatorio para rezar, todo esto con la clara intención de glorificar a Dios por medio de María, entonces, ahí es válido)

Coronilla en honor de los 12 privilegios de la santísima Virgen María, compuesta por san Andrés Avelino (1521-1608)

℣ En el nombre del Padre, y del Espíritu Santo.
℟ Amén.

I. Privilegios:
1. Su eterna predestinación para ser Madre de Dios;
2. su concepción sin pecado original;
3. su total sumisión a la voluntad de Dios; y
4. su perfecta santidad sin sombra de pecado venial.

℣ Os saludamos, oh purísima y santísima Madre de Jesús, por vuestra predestinación eterna para ser Madre de Dios; por vuestra Inmaculada Concepción que os preservó de la mancha del pecado original; por vuestra entera y perpetua sumisión a la voluntad de Dios y por vuestra santidad perfectísima que no fue empañada por la más mínima falta en toda vuestra vida. 

Os suplicamos que seáis nuestra Abogada delante del Señor, a fin de que nos perdone los muchos pecados con que le hemos irritado. 
Y vos, Padre omnipotente, en atención a estos privilegios, escuchad los ruegos de vuestra Hija amadísima, y a nosotros, sus protegidos, perdonadnos misericordiosamente.

℟ Perdonad, Señor, perdonad a vuestro pueblo.

Se reza un Padrenuestro, 4 avemarías, un Gloria al Padre.

II. Privilegios:
5. Su santísima Anunciación;
6. su parto santísimo;
7. su perpetua virginidad; y
8. estar junto a la Cruz de su Hijo.

℣ Os saludamos, oh purísima y santísima Madre de Jesús, por vuestra santísima Anunciación cuando concebisteis al Divino Verbo en vuestras purísimas entrañas; por haber dado a luz al Divino Niño sin ningún dolor; por vuestra perpetua virginidad, que unisteis a la fecundidad de madre, y por vuestro acerbo martirio en la muerte del Redentor.

Os suplicamos que seáis nuestra Medianera para aprovechemos los frutos de la preciosa Sangre de vuestro Hijo. 
Y vos, Unigénito del Padre, en atención a estos privilegios, escuchad los ruegos de vuestra amadísima Madre, y a nosotros, sus protegidos, perdonadnos misericordiosamente.

℟ Perdonad, Señor, perdonad a vuestro pueblo.
Se reza un Padrenuestro, 4 avemarías, un Gloria al Padre.

III. Privilegios:
9. Ver a Jesús resucitado;
10. ser llevada en alma y cuerpo al cielo;
11. ser Reina de todos los santos; y
12. su poderosa intercesión ante el Señor que le permite alcanzar cuanto desea.

℣ Os saludamos, oh purísimo y santísimo templo del Espíritu Santo, por el gozo que experimentó vuestro corazón en la resurrección y ascensión de Jesucristo; por vuestra Asunción en cuerpo y alma a los cielos por encima de todos los coros angélicos y por aquel poderosísimo valimiento ante Dios que os permite alcanzar cuanto deseáis.

Os suplicamos que nos obtengáis progresar en el amor hasta alcanzar la caridad perfecta para con Dios y el prójimo. 
Y vos, Espíritu del Padre y del Hijo, en atención a estos privilegios, escuchad los ruegos de vuestra amadísima Esposa, y a nosotros, sus protegidos, perdonadnos misericordiosamente.

℟ Perdonad, Señor, perdonad a vuestro pueblo.

Se reza un Padrenuestro, 4 avemarías, un Gloria al Padre.

℣ Sea por siempre bendito y alabado el santísimo Sacramento del altar y la purísima e Inmaculada Concepción de María, a quienes, por medio de san Cayetano, ofrezco el corazón y el alma mía.
℟ Amén.


B- Coronilla a María, Madre de Misericordia



Se comienza diciendo:

"Dios te Salve Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros, esos tus ojos misericordiosos. Y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, OH piadosa, OH dulce Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén. "

Al comienzo de cada decena ( Lo que sería en el Santo Rosario el Padre Nuestro) :

María, Madre de la gracia y madre de la Misericordia,

En la vida y en la muerte ampáranos gran Señora

En cada cuenta de la decena ( Lo que sería en el Santo Rosario el avemaria 10 veces) :

" María, Madre de la Misericordia, alcánzanos la misericorida de tu hijo."

Al final:
Madre misericordiosa, nos abres tus brazos y tiendes las manos llenas de toda clase de gracias y dones. Tu corazón de Madre desea colmarnos de todo lo que necesitamos. Animados por tu bondad, nos dirigimos a ti con confianza. Consíguenos, Oh Madre, cuanto nos falte y , ante todo, haz con tu poderosa intercesión, que guardemos la puereza y la inocencia, que cuidemos con fidelidad y perseveraciona un amor de niños hacia ti y que llevemos en nuestros corazones la imagen del Corazón de tu Hijo. Que est Corazón nos proteja, guié y lleve a la luz eterna. Amén.

Coronilla de la Madre de la Misericordia Divina

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Coronilla de la Madre de la Misericordia Divina


(compuesta por tres decenas)


Al comienzo:

Dios te salve Reina, Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. Sea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María!

PRIMERA DECENA
Cuenta grande
María, Madre de la gracia y Madre de la Misericordia, protégenos de los enemigos y acógenos en la hora de la muerte.

En cada cuenta de la decena:
María, Madre de la Misericordia, alcánzanos la misericordia de tu Hijo.

Al final:
Madre misericordiosísima, nos abres tus brazos y tiendes las manos llenas de toda clase de gracias y dones. Tu corazón de madre desea colmarnos de todo lo que necesitamos. Animados por tu bondad, nos dirigimos a ti con confianza. onsíguenos, oh Madre, todo lo que necesitamos y, ante todo, haz con tu poderosa intercesión que guardemos la pureza y la inocencia, que cuidemos con fidelidad y perseverancia el amor de niños hacia ti y que llevemos en nuestros corazones la imagen del Corazón de tu Hijo. Que este Corazón nos proteja, guíe y lleve a la luz eterna. Amén.